Llego la hora de entrar en la Sombra, ya no hay escape ni evasión posible, la única salida es hacia adentro.
Toca estar en casa, quedarse con une misme, habitar el sentir, mirar de frente los miedos, sostener la mirada ante eso que tanto duele. Regresa esa sensación, como un fantasma, la vieja herida, el patrón repetitivo que como un loop vuelve a confirmarme que no he sanado aún, sí, otra vez lo mismo, agota, exaspera, cansa, pero no puedo responder de la misma forma porque si sigo proyectando, culpando a algo o alguien mas, vuelve recargado y duele cada vez mas.
Esta vez no me escapo, no voy a responder igual que la última vez, no puedo descartarlo tirarlo afuera, me harté del boomerang. Esto es incomodísimo, siento el sabor amargo del veneno, me reconozco entrando en esa tentación de lo dramático, tan tóxico, pero ya no me quiero enfermar, no quiero doler, me niego a seguir lastimándome.
Se me cierra la garganta, me aprieta el pecho, duele, asfixia, permanezco, me abrazo y lloro. A veces reboleo almohadas, grito con fuerza y descargo toda esa bronca reprimida que acumule. Otras veces el miedo me paraliza y solo quiero dormir, pero despierto y recuerdo que tengo en mi la medicina, que si está en mí sentirlo, es porque puedo aprender a atravesarlo y respiro profundo, exhalo con ganas, con ruidos y gemidos, me muevo, danzo, transpiro y libero a mi bestia, que necesita salir del cautiverio para sentirse viva, me toco, me siento, me masturbo y en el orgasmo algo estalla, afloja y me libera.
Atravesando el dolor, redescubro el placer, cuando me dejo morir, valoro más la Vida y elijo Renacer, me reencuentro con mi poder de Resiliencia, con la Medicina que emerge cuando elijo la Verdad.
En todes y cada une de nosotres, habita la Sombra, el Camino hacia la Luz, donde me reconozco Alquimista del Ser
Es ahora que me Transformo para Renacer
Agus
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